EL HIJO DEL LADRÓN DE BANCOS

 RIBAMAR

Escrever algo sobre um cavalo de desporto está implícito o não ser dissociável de todo aquele que o criou, desbastou, ensinou e utilizou. Assim, ao falar do “Rapinante” era esse nome daquele que foi crismado “Ribamar”, começo por lembrar o seu criador, Eng. Fernando de Sommer d’Andrade, uma das figuras mais prestigiosas da equinicultura nacional nas últimas décadas.

  Escribir algo sobre un caballo deportivo está implícito en no ser disociable de todos los que lo criaron, montaron, domaron y usaron. Así, al hablar de “Rapinante”, que era el nombre de quien se llamaba “Ribamar”, comienzo por recordar a su creador, el Ing. Fernando de Sommer d’Andrade, una de las figuras más prestigiosas de la equino cultura nacional en las últimas décadas.

 Ribamar era um cavalo de raça anglo-lusitana, filho do P.S.I. Bank Robber e da égua lusitana “Garvonesa”, filha de “Principe VIII” (Zapata-Curro Chica) e de “Mértola” de ferro Andrade. Curiosamente, Garvonesa tinha só 1,56 m de altura e era das éguas menos pontuadas da Coudelaria de Fontalva, tendo no entanto dado vários bons produtos, entre eles “Vidago” conhecido padriador de raça P.S.Lusitano.

  Ribamar era un caballo anglo-lusitano, hijo de P.S.I. Ladrón de bancos y la yegua portuguesa “Garvonesa”, hija de “Príncipe VIII” (Zapata-Curro Chica) y “Mértola” de Hierro Andrade. Curiosamente, Garvonesa medía solo 1,56 m de altura y era una de las yeguas menos puntuadas del Yeguada Foudal, habiendo dado sin embargo varios buenos productos, entre ellos "Vidago", conocido como el estándar de la raza P.S. Lusitano.

Quando o signatário deste artigo, que foi o primeiro a escolher, teve a opção pelo Ribamar, todos os intervenientes neste acto de serviço ficaram estupefactos, não sabendo no entanto que nessa escolha teve forte influência a opinião do soldado José Alberto Rodrigues, tratador dos meus cavalos desde 1957 e durante 26 anos, homem esse conhecido em todos os meios hípicos europeus pela sua simpatia e desembaraço.

Cuando el firmante de este artículo, quien fue el primero en elegir, tuvo la opción por Ribamar, todos los involucrados en este acto de servicio quedaron asombrados, sin saber sin embargo que en esta elección la opinión del soldado José Alberto Rodrigues, mi cuidador. caballos desde 1957 y desde hace 26 años, un hombre conocido en todos los círculos ecuestres europeos por su simpatía y desenvoltura.

Dotado de un "sexto sentido", combinado con un notable conocimiento empírico, fue el responsable de la longevidad que los caballos habían tratado por él. Ribamar, tras un gravísimo "riego" que apareció en 1978 y por el que tuvo dificultades de locomoción durante largos meses, volvió en 1980 para ser el caballo más ganador de Portugal. Este fue uno de los caballos que demostró bien lo que representa el cariño y buen trato de un dedicado hombre de caballos.

Ribamar foi desbastado por um dos mais famosos cavaleiros da G.N.R. nessa modalidade de desbaste, Cabo Filipe Ferreira e iniciou a sua vida desportiva aos 4 anos. Tomou parte no critério de obstáculos mas um toque numa prova classificativa relegou para um modesto 7º lugar aquele que viria a ser o cavalo mais ganhador de todos os tempos, em Portugal, até à sua retirada.

Ribamar fue pulido por uno de los caballeros más famosos de G.N.R. en esta modalidad de raleo, Cabo Filipe Ferreira y comenzó su vida deportiva a la edad de 4 años. Participó en el criterio del obstáculo pero un toque en una prueba clasificatoria relegó a un modesto 7º lugar al que se convertiría en el caballo más ganador de todos los tiempos, en Portugal, hasta su retirada.

No ano do seu debute em provas oficiais é já o 11º no ranking nacional ao obter 44 classificações com cerca de 25 primeiros prémios, alguns em provas internacionais. Em 1975 passa a fronteira pela 1ª vez e obtém logo no Concurso Internacional de Madrid 3 segundos e 1 quarto lugares. Passa a ser dos cavalos mais rápidos apenas seriamente batido pelo cavalo irlandês Aquila Real, da equipe espanhola.

En el año de su debut en competiciones oficiales, ya es el undécimo del ranking nacional, obteniendo 44 clasificaciones con alrededor de 25 primeros premios, algunos en competiciones internacionales. En 1975 cruzó la frontera por primera vez y ganó 3 segundos y 1 cuarto lugar en el Concurso Internacional de Madrid. Se convierte en uno de los caballos más rápidos sólo seriamente superado por el caballo irlandés Aquila Real, de la selección española.

Tuvo su pico de forma en 1976, superando a todo el equipo francés en Barcelona, ​​que, unos 2 meses después, ganó la medalla de oro en el Montreal J.O.

  Ribamar se mantuvo en intensa actividad hasta 1986 (sólo cesó por motivos ya mencionados en 1979) cuando se retiró definitivamente.

Tiene alrededor de 160 primeros premios en su patrimonio, 60 de los cuales en concursos internacionales, siempre montados por mí ¿Y qué más decir de Ribamar?

Que tuvo la mayor popularidad en España, agotando sistemáticamente las entradas para las apuestas en todos los eventos en los que participó.

Que era un caballo que, después de sus vibrantes recorridos, terminaba normalmente con una feliz pirueta.

Qué placer les dio a los pilotos que lo montaron en la final del Campeonato de Portugal cuando se clasificó.

Ese, al fin, era un animal que simplemente no alcanzó proyección internacional porque no tenía el poder para permitirle realizar pruebas a gran escala. Sin embargo, con toda su valentía, compitió en varias Copas de Naciones, Potenciales, Grandes Premios y muy principalmente pruebas de velocidad, donde fue casi imbatible.

Finalmente, recuerdo la forma discreta pero digna en que este animal terminó su carrera. Fue en la Praça de Toiros de Santarém donde, por casualidad, se celebró el Concurso de Saltos de la Feira de Santarém en 1986. En un recorrido muy recortado, como es normal en un espacio reducido, intenté lo más rápido posible desde el inicio de la carrera. Al acercarse a uno de los obstáculos en un ángulo muy cerrado, pasó Ribamar.

 Contrariamente a la reacción que se esperaba de mucha gente, hice uno o más cortes, salí de la pista y acabé con la vida deportiva del caballo, que, hasta su retirada, era el mayor vencedor en las pruebas de salto.

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