Ningún caballo es perro, aunque suelan repetirlo con frecuencia los malos jinetes. Los
hombres rebuznan, desde luego, con mucha más facilidad que los caballos ladran y ese
aforísmo es ofensivo a la vez para el mejor amigo del hombre y para su más útil
conquista, según M. de Buffon.
Es, pues, absurdo llamar perro precisamente al caballo que se subleva contra su jinete.
Se le podría llamar Satanás; más es lo cierto que sus rebeldías son motivadas casi
siempre por por la inconveniencia de las órdenes del hombre, sumada a la contradicción
entre sus deseos y la manera de trasmitirlos.
DE PURA RAZA ESPAÑOLA - ÁRABES - LUSITANOS -
FRISONES ....
TRIANERO XVII
PRE
MI CABALLO
Chevi