ZAGALES Y CACHORROS V
"VAS A DITE PA LA GUERRA"
Juan Valenzuela con "EBANO"
¡Mentira me paicía
que pudiera con ella!
Yo, que los vi ende´l alto, entretejíos,,
m´escolgué pecho abajo la laera,
temeroso como era nuevo el perro...
y aunque bajé con priesa,
cuando llegué a su vera, la porfía
s´había terminao; sol´una´scena
quedaba pa pintala en una estampa
d´imborrable majeza:
A un lao, la fiera rota, perneando
bañá en sangre caliente de sus venas;
a otro lao, con sus ojos encendíos,
las narices hinchás y las orejas
más estirás c´un palo
y rebalando temerosa y tierna,
s´encontraba la oveja, ya paría,
sin lamel el cordero tan siquiera,
guardando con su cuerpo
la cría qu´empapá´n la hojas, tiembla
como si fuera gota de rocio
que´l viento la meciera,
dando a la madre fuertes rempujones
buscándole las tetas.
Y en medio, como l´Angel de la Guarda,
sirviéndole d´escudo y de barrera,
s´estiraba´l mastín, la capa fosca,
salía de su caja toá la lengua
llena de sangre y baba, de limpiase
la herida que chorrea...
-una mella´n la piel que le cogía
del arranque la cruz a la caera-,
y orgulloso d´aquella´sgarraura,
que´l sol se mete´n ella
por los sangrientos bordes, oreando
la zanja que la loba descubriera,
s´empinaba´l cachorro, como iciendo
en arrogante gesto de braveza:
"Cálmate, güen pastor; no tengas miedo.
Que pa cudiar tu oveja,
me sobran a mi fuerzas y colmillos,
¡manque llegara toá la maná´ntera!
C´antes que toque´l lobo traicionero,
de su blanco vellón, solo una hebra,
tié que pasar po´ncima de mi cuerpo...
y es defícil mi cuerpo pa vedera
mientras quede en los güecos de mi carne
una gota de sangre pa vertela."
Y aquel bravo cachorro,
modelo d´arrogancia y de nobleza,
s´apegó a mi marchar con el aplico
que´s´agarran las plantas de la tierra
sin que sirviá de ná tirale cantos
ni pegale, p´hacer que se golviera,
y se fué tras de mí, diquiá los mares
d´Algeciras, la bella...
Y al salil el vapol con su carguío
de tropas deseosas de pelea,
s´arregló sin saber cómo ni cuándo
pa subise en el barco, de manera
que cuando s´arrimaba a´la otra orilla
se tiró contr´al agua de caeza,
y fué´l primero que pisó la costa
de l´africana Záuta,
com´un melitar más que mandó España
pa pelear por ella.
